lunes, 31 de agosto de 2009

RE: La travesía hacia el adiós…


La interminable historia, los abrazo antes del fin.
Todo en ella es pasado,
dolor metafórico en la cima del mundo,
en el recodo de la mirada perdida,
en los sueños enjaulados,
enredados en un marasmo de sentimientos efímeros;
Todo en él es delirio,
suspiros apagados con su aire aun entre las venas,
versos negados, ilusiones re-hechas y des-hechas,
siluetas clandestinas lacerando su naturaleza,
mutilando la aurora de su desamor,
Todo en ellos fue esencia,
tiempo pausado en el desencuentro de la vida,
en el abandono del dolor,
en la deserción de la ausencia;
La noche inmortal atravesó el equinoccio
y se extraviaron en un beso,
El amor se canso de ser nombrado
y respiro tan hondo que su aire se hizo viento,
Volaron a la orilla del mar y
se posaron sobre sus miradas,
Se embriagaron con el sudor de la noche,
con el tacto de sus manos abrazando el infinito,
Allí donde nadie llega, donde nada muere y todo nace,
donde el vacio de la distancia se enamora del silencio.
Los amantes cautivos se encontraron para perderse,
se fusionaron en la danza de la irrealidad,
sus cuerpos se desnudaron desgarrando el olvido,
acariciando las estrellas,
dibujándose más allá del infinito.
él, ahora es silencio…
ella, ahora es palabra...
Ellos… se perdieron en el amor y se encontraron en el olvido…

jueves, 6 de agosto de 2009

Para despertar sin miedo...

Cae la noche con su agonía de ausencia,
hoy soy menos hombre y me siento más humano,
Extraño la mañana con su aroma de luna,
las siluetas del pasado con la sonrisa infinita colgándose entre los sueños,
la mirada perdida entre mis ojos, nublando la oscuridad.
Extraño el tacto de algún ser que acaricia mis manos con sus palabras,
de alguien delineando sus dedos a través de mi pecho agitado.
Extraño la soledad de sentirme acompañado,
el leve suspiro de su respiración entre mi almohada,
la aurora cobijando una fantasía extraviada.
Es extraño extrañar,
reposar en el olvido como un marasmo de perdición,
… un beso anónimo a la madrugada…
pensar en la fragilidad de esperar su voz en el abismo del silencio,
querer sentir una sonrisa húmeda que me observe al despertar,
que me bese en pausa y me pregunte que me pasa en esta hora primera.
Extraño lo perdido y lo encontrado,
La mirada cómplice en mi pupila,
la alondra de su cuerpo en mis labios,
el susurro de la tarde en la lluvia, mirándonos mientras se derrite el cielo,
los años que nos consumieron sin sentir el tiempo
y los días que se prolongan para no llegar.
Esta noche espero que las horas caigan inconteniblemente,
y que al despertar una lagrima se derrame entre mi alma,
y allí, sin miedo, por fin allá dejado de soñar…