jueves, 18 de marzo de 2010

La metamorfosis del inconsciente

La metamorfosis de los sueños,
de las palabras distantes y de los oídos rotos,
El yo ausente se hace recuerdo,
inconsciente sublevado en la pulsión de un deseo inconcluso,
De una parábola de voces acalladas por el silencio que mutila el alma.
Aborte la nostalgia y elegí la memoria,
la dignidad por encima de la existencia;
El ego freudiano es enterrado en el inconsciente colectivo, no el de Jung, el mío,
aquel siniestro espectro que me hace sombra
y clandestiniza mi paso por la humanidad.
Igual respiro, cierro los ojos y respiro…
Me transfiguro en ausencia,
en el aroma difuso de la noche,
en la caricia perdida al amanecer.
La soledad se hace voz, me encuentra,
circula por mis venas que se hacen espesas con el dolor ajeno,
que se hacen agua con la redención de los olvidados,
que fluyen a pesar del tiempo y la distancia,
que fluyen y me hacen volar… con la mirada fija hacia el infinito...