jueves, 6 de agosto de 2009

Para despertar sin miedo...

Cae la noche con su agonía de ausencia,
hoy soy menos hombre y me siento más humano,
Extraño la mañana con su aroma de luna,
las siluetas del pasado con la sonrisa infinita colgándose entre los sueños,
la mirada perdida entre mis ojos, nublando la oscuridad.
Extraño el tacto de algún ser que acaricia mis manos con sus palabras,
de alguien delineando sus dedos a través de mi pecho agitado.
Extraño la soledad de sentirme acompañado,
el leve suspiro de su respiración entre mi almohada,
la aurora cobijando una fantasía extraviada.
Es extraño extrañar,
reposar en el olvido como un marasmo de perdición,
… un beso anónimo a la madrugada…
pensar en la fragilidad de esperar su voz en el abismo del silencio,
querer sentir una sonrisa húmeda que me observe al despertar,
que me bese en pausa y me pregunte que me pasa en esta hora primera.
Extraño lo perdido y lo encontrado,
La mirada cómplice en mi pupila,
la alondra de su cuerpo en mis labios,
el susurro de la tarde en la lluvia, mirándonos mientras se derrite el cielo,
los años que nos consumieron sin sentir el tiempo
y los días que se prolongan para no llegar.
Esta noche espero que las horas caigan inconteniblemente,
y que al despertar una lagrima se derrame entre mi alma,
y allí, sin miedo, por fin allá dejado de soñar…

3 comentarios:

  1. Un poema magico, calido. Verdaderamente bello.

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  2. Me quedo con la frase "un beso anonimo a la madrugada"... los echo de menos...

    besotes de esta peke.

    pd. te espero como siempre por mi rincon con tu cafe, si gustas...

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silencios...